Lavar los platos es una de las tareas domésticas más habituales. Sin embargo, tendemos a hacerlo mecánicamente, sin hacer demasiadas preguntas. ¡Aquí hay 5 errores que ahora debes evitar!
1. Limpia los platos sucios con agua fría
Si es más ecológico lavar la vajilla con agua fría, este gesto, bueno para el medio ambiente, no siempre es posible. Si sus platos están muy sucios, no se trata de saltarse el agua caliente. Esto te ayudará a descomponer la grasa más rápido. Sin embargo, no es necesario utilizar agua hirviendo, el agua tibia es más que suficiente.
Nuestro consejo: para ahorrar energía, recuerda reutilizar el agua de tu cocción para remojar tus platos antes de lavarlos.
2. Seca tus platos con un dudoso paño de cocina
Limpiar la mesa del comedor, secarse las manos, sacar un plato del horno… En la cocina, los paños de cocina suelen tener muchas funciones. Para evitar que estos dejen olores desagradables y bacterias en sus platos, déjelos secar al aire. ¡También le ahorrará un tiempo valioso! O opta por un paño de cocina limpio.
Nuestro consejo: para que tus platos se sequen más rápido, enjuágalos con agua caliente.
3. Comienza con los platos más sucios
Para evitar ensuciar el agua de tu fregadero desde el primer momento, es recomendable lavar primero los platos más limpios. Comienza con tus vasos, tus cubiertos, tus platos y termina con tus sartenes.
4. No cambiar tu esponja regularmente
La esponja es una de las cosas más sucias de la cocina. ¡Es un verdadero caldo de cultivo para las bacterias! Por eso es importante limpiarlo con la mayor regularidad posible metiéndolo en el lavavajillas o desinfectándolo con vinagre blanco y limón .
Nuestro consejo: lo ideal es tener varias esponjas: una para la vajilla, otra para la limpieza , otra para el baño…
5. Frote con el lado abrasivo de una esponja para limpiar una sartén quemada
¡ No es necesario fregar como un esclavo para recuperar el fondo de una sartén que se ha quemado! Aquí hay un truco simple para aflojar los alimentos demasiado cocidos: vierta agua en la sartén hasta la mitad, luego agregue vinagre blanco y aproximadamente una cucharada de bicarbonato de sodio . Vuelva a poner la cacerola a fuego lento durante aproximadamente un cuarto de hora.