A los ácaros les atrae la presencia excesiva de polvo o la humedad presente en el lecho. Prefieren proliferar en las sábanas, colchones y almohadas por eso mismo. Además, se alimentan de la piel humana, poniendo en riesgo tu salud y el bienestar del sueño porque pueden causar problemas respiratorios y alergias. ¡Afortunadamente, hay varias maneras de deshacerse de ellos!
Cómo deshacerse de los ácaros naturalmente
Evitamos los químicos ya que son tóxicos y dañinos para la salud de todos. En su lugar, intentemos optar por remedios naturales.
El bicarbonato de sodio se utiliza para una gran cantidad de tareas de limpieza del hogar debido a sus propiedades y su fuerte acción desinfectante. Por tanto, podemos utilizarlo para lavar y desinfectar sábanas, fundas de almohadas y edredones, reduciendo consecuentemente la proliferación de ácaros .
Para desinfectar el colchón podemos rociar toda la superficie, y dejar actuar unas dos horas antes de retirar sus residuos con un aspirador.
El bicarbonato de sodio también se puede diluir con agua y espolvorear sobre el colchón combinado con jugo de limón . Recordemos dejar secar bien la superficie antes de hacer la cama, de lo contrario solo empeoraríamos el problema.
Los aceites esenciales también ayudan a desinfectar telas y superficies , especialmente el aceite de árbol de té y los aceites de lavanda y eucalipto . Para usarlos, simplemente diluya unas gotas en una botella de spray llena de agua y rocíe el líquido sobre colchones, mantas y almohadas.
Prevenir los ácaros
Para evitar encontrarnos con estos molestos insectos en nuestras camas, aireamos la habitación por la mañana nada más levantarnos. Este es un gran paso para desalentar la reproducción de ácaros, y solo toma unos minutos. Además, dejemos de hacer la cama inmediatamente, pero esperemos una media hora. De esta forma permitimos que circule aire fresco y refresquemos las sábanas liberándolas de la humedad. Mejor aún si podemos exponer colchones y sábanas a la luz del sol.
Con las ventanas abiertas, permitimos que el aire circule sobre los edredones y las sábanas, evitando que la humedad y el calor se estanquen debajo de las sábanas. ¡Recuerda que también es muy importante cambiar las fundas de las almohadas a menudo!