Muchas veces nuestras plantas se ven caídas, sus hojas se ven un poco decoloradas, las ramas están hacia abajo y están débiles y tienen un aspecto más bien moribundo que parecen estar llegando al fin. Para todas estas situaciones tenemos una opción super eficiente para aplicar y salvarlas y esta opción son los clavos oxidados.

De seguro te estarás preguntando:  ¿clavos oxidados? Pues si, los clavos oxidados tienen mucho para darles a tus plantas y en el artículo de hoy te contaremos sobre eso para que puedas explotar al máximo el desperdicio de un clavo oxidado y darle buena salud a tus plantas.

Los clavos oxidados pueden realmente aportarles a tus plantas una gran cantidad de hierro y así devolverles su color, su postura, su belleza e incluso permitirles crecer. Estos pueden convertirse en aliados de tu jardín y tu huerto muy rápidamente así también darles un gran uso a algo que parecía un simple deshecho como un clavo oxidado.

Los clavos oxidados: la salvación para tus plantas

Los clavos oxidados que tan poco nos sirven para la vida en general resulta que son ideales para salvar a tus plantas de la deficiencia de hierro. De seguro has visto alguna vez como tus plantas comienzan a adquirir un aspecto más bien pálido, sin color o amarillo y esto las convierte en plantas más debiles y esto suele darse justamente por la falta de hierro.

Pero si quieres revertir esta situación y devolverles su color, su vivacidad y su bienestar lo mejor que puedes hacer es colocar en la maceta un clavo oxidado. A medida que riegues tus plantas, el clavo oxidado desprenderá parte de su óxido de hierro y este último nutrirá poco a poco tu planta hasta salvarla. 

Otra manera excelente en la que puedes ofrecerle el hierro a tu planta gracias a los clavos oxidados es colocarlos en un recipiente con agua y dejarlos allí estacionados por unos días para que el agua se torne color marrón y luego puedas regar las plantas con este té de hierro. 

El hierro de los clavos oxidados

La falta de hierro es de las carencias más comunes que pueden desarrollar nuestras plantas y esto puede ser porque los suelos en las que los plantamos no tienen la suficiente acidez que necesitan las plantas o porque el agua del riego que les damos tiene exceso de cal. En estos casos los clavos oxidados al desprender óxido de hierro le aportan el hierro que necesitan para equilibrarse y estar en buen estado y esto lo conseguirás 

Nuestras plantas necesitan nitrógeno, fósforo, potasio, material orgánico y hierro entre muchas otras cosas. Es por esto que el hierro proveniente de los clavos resulta esencial para el correcto mantenimiento de nuestras plantas y ya sea plantando clavos o regando nuestras plantas con té del hierro las plantas te agradecerán ese aporte y te lo demostrarán al verse verdes, bien paradas y contentas.

Cómo colocar los clavos oxidados

Si tus plantas se encuentran en macetas puedes optar por colocar en su perímetro varios clavos (entre 5 y 10 clavos, dependiendo su tamaño) y hundirlos allí con la punta hacia abajo. Al regar, el óxido de hierro se irá desprendiendo poco a poco resultando muy útil para aporarles el hierro necesario a tus plantas.

Si por el contrario prefieres evitar colocar clavos ya sea para evitar posibles accidentes o que algún animal pueda lastimarse al tocarlos puedes preparar la receta del té de clavos que te dejamos aquí mismo y así regar varios días con esta infusión y obtener mismos resultados pero sin tener que colocar los clavos en la tierra.

https://youtube.com/watch?v=4srcykqiqZU%3Fstart%3D39

¿Qué necesito?

  • olla o recipiente profundo
  • 2 litros agua filtrada o mineral
  • 10/15 clavos oxidados

Paso a paso

  1. Lo primero que debes hacer es colocar en un recipiente profundo como una botella los clavos oxidados
  2. Luego deberás agregar los dos litros de agua filtrada o mineral a la mezcla
  3. Y por último deberás dejar que los clavos estacionen allí por lo menos por 4/6 días
  4. Una vez que la mezcla se torne color marrón podrás quitarle los clavos oxidados y colocar el líquido en una regadera o botella y regar poco a poco tus plantas