Seguramente te habrá pasado que sientes un poco de frío mientras estás en la cama, y ​​quizás por eso mismo no puedas conciliar el sueño. Ir a la cama y encontrar un colchón frío ciertamente no es agradable.

Sin embargo, existen algunos hábitos que puedes adoptar para mejorar la temperatura de tu cama y hacerla más acogedora a la hora de ir a dormir.

Sigue los trucos que te sugerimos a continuación para calentar el colchón en invierno y así dormir mejor y más.

Pon una manta debajo de las sábanas.

Las mantas son una solución evidente y rápida al frío. Sin embargo, hay una forma de usarlos que nos permite mantenernos aún más calientes.

Al colocar una manta gruesa entre la sábana y la colcha creamos una especie de barrera térmica entre nosotros y el colchón. Las mantas son capaces de absorber el calor corporal durante la noche.

Poner una botella de agua caliente

El truco clásico es también uno de los más efectivos: colocar una bolsa de agua caliente sobre la cama unos minutos antes de dormir nos permite mantenernos calientes durante varias horas.

Este método es particularmente efectivo para calentar un punto específico de la cama, como el de los pies.

Usa una bolsa hielera de semillas

Este truco es similar al anterior, con la única diferencia de que dentro de la bolsa ponemos semillas, no agua.

Caliente las semillas en el microondas y póngalas en la bolsa de inmediato. Las semillas retienen el calor más que el agua y no dejan una sensación de calor y humedad.

Calienta la cama con un secador de pelo

No es la solución más barata ni la más duradera, pero es perfecta en caso de que no podamos adoptar alguno de los trucos descritos anteriormente.

En caso de una noche especialmente fría, puedes utilizar un secador de pelo para calentar la cama unos segundos antes de irte a dormir.

Hay muchos otros hábitos que pueden ser de gran ayuda, como tomar una tisana relajante o una taza de leche caliente antes de ir a dormir. Este hábito aumenta la temperatura corporal.