¿Sabías que si recoges ceniza de leña de la chimenea, puede convertirse en un ingrediente muy útil para tus plantas y tu colada? De hecho, la ceniza de madera, y no la de la piel, tiene muchas propiedades y además sirve como ingrediente básico para crear la lejía, he aquí el procedimiento.

La ceniza de madera, si tenemos la oportunidad de acumularla en casa, puede ser un aliado muy válido para la limpieza ecológica en el hogar o incluso remedios caseros para revitalizar las plantas. Sin embargo, ¡asegúrese de que sea exclusivamente de madera! Veamos cómo explotar sus propiedades

Para alcalinizar suelos ácidos

Si tenemos un suelo ácido y queremos abonarlo con intención de alcalinizarlo, podemos utilizar ceniza. Cogemos una cucharada y la colocamos en el suelo. Con un rastrillo movemos la tierra y luego podemos pulverizar. De esta forma le daremos a nuestra planta nutrientes como fósforo, potasio y calcio.

como pesticida

Si por el contrario nuestras plantas se han visto afectadas por parásitos, podemos optar por una solución de agua en la que disolver 2 cucharadas de ceniza de madera. Pasamos todo a un recipiente pulverizador y luego agitamos antes de pulverizar las hojas y la tierra para aprovechar su acción antiparasitaria.

como desengrasante

Podemos reutilizar la misma solución en casa como spray desengrasante para nuestras macetas incrustadas. Simplemente rocíe la solución sobre las incrustaciones y luego frote con la esponja habitual que usamos para limpiar los platos. ¡El resultado, en ollas de acero, será impecable!

por la mentira

Si por el contrario queremos preparar en casa lejía, la solución para crear jabones caseros, podemos seguir este procedimiento. Mezclamos 1 taza de ceniza con 5 de agua en una cacerola. Encendemos el fuego y desde el momento de la ebullición cocinamos durante 2 horas con tapa a fuego medio-bajo.
Removemos de vez en cuando.
Retiramos del fuego y tapamos. Dejamos reposar una noche. De esta forma la lejía subirá y la ceniza se depositará en el fondo. Ahora vamos a traspasar el líquido con un paño, con cuidado de que no caiga la ceniza. Luego transfiéralo a una botella transparente de un detergente viejo. ¡Así habremos obtenido nuestro aditivo blanqueador y detergente para lavadora!